jueves, 7 de octubre de 2010

No tocar

La macerada idea se distraía a golpe de un color blanco y con aspecto duro que mostraban las piedras del jarrón. Tenía el tiempo, las o mas bien la herramienta, y algo mas de empuje exterior que ganas de ejecutarlo. Mi vida en éste ultimo año había sido controlada y aburrida, pero no por ello me tendría que entregar, como lo estaba haciendo ahora, a la cruda materia gris que unían varios elementos de cuidado. Materia gris, que reunían con poca frecuencia, pero había sido anudada con una sola palabra repetida cientos de veces. El caos.
Situación caótica, caos total, al borde del caos, eran frases que habían sonado tanto en mis oídos (que no en mi cabeza), que habían ocasionado una perforación en el músculo orgánico que encoje y padece en estos casos. Mi corazón.
Embalsamado como un cebo, y no sigo porque no son letras mías, seguía mirando los huecos oscuros de las superpuestas piedras del cilindro de cristal, tan blancas y tan duras, tan blancas, no grises, tan duras, no blandas.
Tan blancas, tan duras.....

Madre mía, a la mierda todo... a la mierda las frases hechas, a la mierda los acumulados pensamientos de los demás, a la mierda las mentes ignorantes, las coloreadas y las básicas frecuencias de sus oídos. A la mierda la astucia comprada, el valor de los guardados por la espalda y la intrínseca hipocresía que ya adornaba vuestras cunas.

Viva el silencio y la paciente espera, porque nos hará decir palabras diferentes.



Jtown

3 comentarios:

  1. ¡A la mierda! y ¡viva!

    Llenar la boca de "mierda", plan perfecto para sobrevolar el suelo, para decidir continuar respirando... ¡a la mierda! ¡todo y todos! ¡gran plan Jonathan, gran plan!

    Y... viva, viva el silencio de los cobardes, la palabra de los imbéciles, el silencio... sólo el silencio y su sonido...

    ¡Me gustó el texto! pero eso...ya te lo dije.

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