¿Subes o Bajas?

Mi espejo lo mostraré muy visual, me explico:
Me defino como el dibujo que haría un chaval de diez años si le pides que plasme en un papel un sistema montañoso, las montañas.
Éste, cogerá una hoja, se asegurará varias veces con tu mirada de lo que le estas pidiendo, la pondrá en posición horizontal sobre algo duro y comenzará a tirar picos y bajadas. Líneas continuas que mancharán probablemente su antebrazo al no levantar el lápiz de la hoja.
Pondrá picos delante, picos detrás, picos que hagan una base y picos que se dejen ver lejanos. Además, casi seguro, hará una especie de zigzag en cada una de las puntas de las montañas para darle efecto invernal.

Así me creo, me vivo, me demuestro, me subo para bajarme y viceversa. Porque el camino llano no lo entiende mi cabeza, otra cosa será, lo que entiendan mis actos.


(Jtown)

AUTORRETRATO II

Soy actitud,
me llamo razón: causa –efecto,
mis vestidos están fabricados por mí misma
de enganches emocionales y
búsqueda de la liberación.

No me gusto cuando hago daño,
sobre todo a mí misma,
soy cruel…

No le debo nada a nadie pero
el mundo me debe casi todo.

Vivo dando,
dando,
dando…,
y me convenzo de que recibo
¡pero no!
soy esclava de los hombres doloridos
y de las mujeres enfermas;
tal vez sólo esclava de mi y
me lo invento todo para escapar.

Algunos días me levanto bella,
suelen ser los que él está a mi lado…
tengo claro que sabe hacerme brillar,
sé que es el amor,
pero me empeño en no aprovecharlo y
decirle a los locos que no sé si lo tengo
¡soy mentirosa! a veces,
sólo por ver las caras de los demás;
de los otros mentirosos,
… pero no me hace bien y sufro.

Cuando quiero tengo cualidades buenas:
se me da bien sonreír y comunicar,
sé mover bien las manos y recordar los olores,
soy adicta al suavizante y a la gente que no huele a suavizante,
soy buena amiga y buena compañera de viaje;
pero, sobre todas las cosas,
soy una madre maternal y ágil,
la perfecta procreadora de mi germinador.

Y
¡se me olvidaba!
me saco de los bolsillos de vez en vez,
colores y artificios que hacen la realidad menos gris;
a veces me da por ser artista,
es entonces cuando me miro en el espejo y me veo a mi,
(sin las ojeras)
y me dan unas ganas arrebatadoras de buscar al que duerme conmigo
y hacerle,
siempre,
la misma pregunta:

- esta si soy yo, no la otra,
tú eres de los pocos que me ven
¿nos compartimos? -

(Mariapahn)

Muy Oportuno

Se apelotonaban los niños y algunas madres en la entrada del colegio cuando apenas quedaban dos minutos para las nueve de la mañana. En la esquina, bajo el buzón estaba Lorena, María unos metros mas a la derecha, Luis, Marcos, Nuria y Juan apoyaban sus espaldas aguantando la pared de ladrillo visto, y así hasta veintitantos crios que daban volumen a la clase de Tercero A donde yo pertenecía.
Todos estos niños tenían una entrada y salida en común, todos iban acompañados por alguien.
Yo por mis hermanos que me sacaban varios cursos, Javi por su madre, a Mario lo traía su padre en una moto azul que dejaba un espeso perfume a gasolina, Lara por su hermana mayor que ya había finalizado la egb, en fin, todos menos uno.
Ese uno se llamaba Lolo, y rozaba sus zapatos gastados mientras desayunaba por el camino un dulce cualquiera que le manchaba la barbilla.
Lolo pertenecía a mi clase y era un verdadero genio en las matemáticas, tuve la suerte de seguirle hasta finalizar la etapa escolar, y los profesores no daban crédito a la mente superior para los números que poseía este chico.
Superaba bastante al resto, nos dejaba envidiosos en las calificaciones, era rapidísimo y acertadísimo en todas las ejecuciones.
Pero Lolo venía y se marchaba solo, desayunaba y casi almorzaba a la vuelta solo.
Lolo apuraba año tras año la misma mochila y casi siempre pedía como si fuera contrabando, alguna hoja suelta para poder realizar los cálculos, los análisis de oraciones o las definiciones en inglés.
Lolo, al contrario de los demás, no tenía a nadie. Aunque tuviera familia, pero nadie que le apoyara, ayudara o aconsejara.
Por ello Lolo se perdió, naufragó con sus sueños de poder ser alguien. Descabezó a la dama de la suerte y perdió la oportunidad por entrar, y salir solo.
Esta brevísima historia se repite en todos y cada uno de los lugares del mundo, e incluso, con peores finales. Porque las oportunidades no aparecen en todos los caminos, aunque seas digno de ellas.


(Jtown)

MUJER

Si callase esta injusticia cruel
que me proponen a diario la televisión
y los hombres,
no podría ser yo: femenina y locuaz.

El silencio es la opinión más vaga
en este mundo Occidental donde exponerse,
casi siempre,
es el camino hacia la paz.
Yo, mujer,
no deseo guardar luto por las palabras que no
quieren ser escuchadas…
y grito.


Pero en un mini-segundo nos inventamos
que Occidente no es Occidente y
es Oriente del que hablamos.


Y yo que soy la misma mujer,
con mis mismos ojos especiales e
iguales ganas de saltar;
escucho sin pausa la igual injusticia cruel
que pregonan profetas podridos…

Me indigno

Y la parálisis de todos mis músculos cesa
para alzar los brazos y rezar por ellos,
no quiero más luchas desde la mala hiel;
pero el burka me protege de las expresiones,
la opinión,
de que los demás observen mi boca desfigurada
y los dientes apretados por la ira y no el miedo,
sólo por la ira.

(Mariapahn)

Y este camino que comenzamos será algo de los dos,

más el arte,

(es bueno ser tres en estas cosas):

a pie de asfalto,

sin ser espectador desde el bar de cualquier gasolinera,

ni esperar que el coche más espectacular pase delante nuestra

y se esfume.

Aquí todo pasa,

todo queda.

Tenemos las ganas:

Tú el don,

yo la persistencia y la magia…

las ansias únicas de no naufragar como los que nos rodean:

entre mareas de rotondas o

por veredas de un solo destino.

No son como tú y yo.

Y nos dejaremos la piel intentando apaciguar las ganas de poesía:

conduciendo locos o sosegando al viento,

con la voz y el placer de saber que no hay finales,

sólo lugares por descubrir,

sin prisa....

Por eso sé que no dejar de caminar me otorga el beneplácito de encontrarme conmigo a solas;

otras veces será contigo,

otras más con los vagabundos como yo,

(mendigos del amor);

pero siempre habrá puestas de sol que compartir con un cigarro:

a pie de carretera y en cualquier viaje,

todo puede ser

y la poesía sabe con más intensidad;

lo sabes;

tal vez,

hasta mejor que yo.

(Mariapahn)

Comienza un camino,
el que me llevas de distancia,
el que no se atreve a ir recto.
Invadido de caminantes, resaltos, curvas, agujeros en el asfalto.

Arrancar con la ilusión de que las intersecciones
no nos corten el paso de la creación,
que los setos de las medianas soporten el viento
que ladea este abecedario desordenado,
de llegar aunque sea con retraso.
Placentero.
Retraso.

Porque en algún punto kilométrico nos encontraremos,
lo sabes,
en ideas,
lo sé,
caminando.


(Jtown)