viernes, 24 de julio de 2009

Muy Oportuno

Se apelotonaban los niños y algunas madres en la entrada del colegio cuando apenas quedaban dos minutos para las nueve de la mañana. En la esquina, bajo el buzón estaba Lorena, María unos metros mas a la derecha, Luis, Marcos, Nuria y Juan apoyaban sus espaldas aguantando la pared de ladrillo visto, y así hasta veintitantos crios que daban volumen a la clase de Tercero A donde yo pertenecía.
Todos estos niños tenían una entrada y salida en común, todos iban acompañados por alguien.
Yo por mis hermanos que me sacaban varios cursos, Javi por su madre, a Mario lo traía su padre en una moto azul que dejaba un espeso perfume a gasolina, Lara por su hermana mayor que ya había finalizado la egb, en fin, todos menos uno.
Ese uno se llamaba Lolo, y rozaba sus zapatos gastados mientras desayunaba por el camino un dulce cualquiera que le manchaba la barbilla.
Lolo pertenecía a mi clase y era un verdadero genio en las matemáticas, tuve la suerte de seguirle hasta finalizar la etapa escolar, y los profesores no daban crédito a la mente superior para los números que poseía este chico.
Superaba bastante al resto, nos dejaba envidiosos en las calificaciones, era rapidísimo y acertadísimo en todas las ejecuciones.
Pero Lolo venía y se marchaba solo, desayunaba y casi almorzaba a la vuelta solo.
Lolo apuraba año tras año la misma mochila y casi siempre pedía como si fuera contrabando, alguna hoja suelta para poder realizar los cálculos, los análisis de oraciones o las definiciones en inglés.
Lolo, al contrario de los demás, no tenía a nadie. Aunque tuviera familia, pero nadie que le apoyara, ayudara o aconsejara.
Por ello Lolo se perdió, naufragó con sus sueños de poder ser alguien. Descabezó a la dama de la suerte y perdió la oportunidad por entrar, y salir solo.
Esta brevísima historia se repite en todos y cada uno de los lugares del mundo, e incluso, con peores finales. Porque las oportunidades no aparecen en todos los caminos, aunque seas digno de ellas.


(Jtown)

3 comentarios:

  1. Creo que es realista y que llevas razón, las oportunidades casi siempre juegan con el factor suerte y se presentan o no..., pero estoy segura de que si no son unas las que llegan son otras; siempre habrá algo que si no es una oportunidad puede parecerse bastante, así que hay que aprovecharlo... Y te lo digo desde la experiencia, una vez creí que había gente a la que la vida les habia negado en rotundo cualquier tipo de oportunidad, pero... me equivoqué (menos mal!).

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  2. Vale, como experimento llama la atención, al menos para darnos cuenta de las formas distintas en que vemos la realidad desde las óptica de cada quien...

    Creo yo que me daré ya algunas vueltas por acá... Si me dejan

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  3. ¡ayyy mi Mario de mi alma! ¡Cómo no dejarte! esta es tu casa mexicanito y eres siempre bienvenido.
    Muaccccccccccksss

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