lunes, 7 de septiembre de 2009

LOS VERANOS


Me queda el recuerdo, poco más, el recuerdo de los olores (como siempre) y de la intensidad de la luz encima de mi cabeza. De aquellos veranos, hoy, ya no queda nada físico; pero en mí queda todo, es más, creo que lo que soy tiene mucho que ver con aquellos veranos en La Dehesilla; cuando todo era más mediano que ahora, cuando casi nada era tan importante como yo creía y cuando el verano todavía duraba tres meses.

Especiales fueron, sé que la memoria aquí no magnifica casi nada. Esos veranos estaban fabricándose poco a poco de ganas, de esperanza, de tal vez, felicidad. Había planes, esos que luego van saliendo al revés y perspectivas a largo plazo, esas que duran lo que duran los sueños: mucho o casi nada.

Comer sardinas a media mañana y carne o arroz para almorzar, embadurnarme el cuerpo con el líquido que desprendían mis enormes bocados a la raja de sandía para acabar en la piscina con Rafa, descubriéndonos en los “ahogaillos” y las charlas… todo esto bajo el aroma familiar de la familia que no lo era y de la que sí llevaba mi sangre. Veranos cálidos como no los habrá jamás, lo sé , pero que a la vez embellecen mi memoria cada vez que los traigo conmigo, a través de una media sonrisa compartida con los que fueron y ya no son.

Tengo mil sensaciones si imagino la soledad de la siesta; primero sola en el filo de la piscina, con los pies dentro del agua y las quemaduras solares haciéndose un hueco en mi espalda, mientras esperaba que pasase el tiempo de la digestión. Se hacen más intensas si adelanto el reloj y adelanto unos años, cuando la siesta la compartía con él y hablábamos de sus líos, de los míos… al final, fueron los nuestros, los comunes, los compartidos… Y hasta las noto, si aminoro el paso y sólo dejo que transcurra la tarde después de esto… y en la noche me siento en una hamaca para tener que enroscarme en una toalla y apaciguar los tiritones que me ha dejado la insolación… ahora aparece mamá echándome “After Sun”, las mágicas manos de mamá… , eso también forma parte de estos momentos.

Pero si me estanco y me centro en algo concreto me hago un favor y me regalo el recuerdo de una guitarra bien “templá” cuando la tarde caía y Alcalá dejaba entrever el aire refrescante que despedía al sol de las insolaciones. Los pies descalzos y las piernas embadurnadas en arena y cloro y los ojos enrojecidos de mirar lo que no se debía mirar bajo el agua contaminada de química y pipí de los pequeños. Me quedo con las manos entrelazadas debajo de la toalla, disimulando las caricias sin pudor. Me siento de nuevo debajo de aquella atalaya y revivo todos y cada uno de los veranos de la Dehesilla, al fin y al cabo, eso es lo que queda de las risas, las tardes, las sardinas y el arroz, de las prisas por crecer y de las broncas por soñar, de las excursiones y el sol; de todo lo que el recuerdo no ha engrandecido y todavía consigue hacerme sonreír… es más, quizá todo esto sea la magia.


(Mariapahn)

7 comentarios:

  1. Ay, cuanto sueños bajo esa Mota que nos miraba al hacerse de noche, bajo los rayos del sol, el cloro, la pelota de tenis y el corretear un@s trás de otr@s, entre sardinas, paellas, arroz caldoso. risas y peleas infantiles, relax de los mayores, anocheceres y coloridos de la Mota. Todos de alguna manera soñábamos, esperabamos una semana agradable y alguna sonrisa e ilusión hasta el próximo fin de semana. Días llenos de magia, ¡es verdad!
    Besicos muchos.

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  2. ¡¡qué seríamos sin los recuerdos y los sueños!!
    pasado....futuro, pasado...futuro, pasado...futuro.....¿dónde se esconde el presente?

    de la Dehesilla al campo de Greg, jajaja
    Xx

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  3. CASITA: Fueron días especiales aquellos ¿a qué si? al escribir este fragmentito de tiempo en papel, han vuelto sensaciones aparcadas; creo que voy a escribir más sobre eto y voy a compartirlo con los que éramos...un besito guapa!!!

    Xx: Pues básicamente nada, es más, yo no podría escribir ni pintar y, aunque el futuro también nos preocupa, a mi en particular me hace mas mella el pasado; de pasado vivo y viviré: lo sé... Y el presente se esconde donde tú quieras, creo que es así de sencillo. Por cierto los recuerdos del campo de nuestro amiguillo son diferentes...jejeje Un besito y gracias por pasarte!!!

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  4. Verano del 97. Cine de verano, manos que se rozan, hermanos a los que se mandan por pipas. Primer beso que se lleva un desconocido, quien seguramente lo vomitó en alguna fuente romana.

    Un bexzo con escozor

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  5. Más nostalgia...tú sabes de eso casi tanto como yo...y si el tipo aquel vomitó tu beso, en fin... no sería muy digno de él.
    Gracias por el paseo por este rincón, tengo ganas de tener tiempo para que hablemos.
    Otro beso sin escozor, solo con melancolía.

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  6. De cuántos veranos y de cuántos otoños y de cuántos recuerdos estamos hechos. Me has puesto nostálgica...

    Besos

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  7. ayyyyy!!!!! la niña de los recuerdos y la nostalgia. No cambias nunca, jajaj, pero me gusta. Besitos

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